Malala es una alquimista del vestuario, realiza a mano cada prenda y accesorio. Ella elige la nobleza de los materiales para su producción que encuentra en: la lana, la seda, la gasa de algodón, el algodón orgánico y el bambú.
Los interviene con tintes naturales y estampas botánicas. Trabaja su propia paleta de color con los frutos de la naturaleza: yerba mate, cáscara de cebolla, cochinilla, índigo, cúrcuma, eucalipto, nogal, quebracho. Su proceso de producción se parece a una cocina donde entre ollas, especias, fórmulas y telas se cocinan a fuego lento sus prendas.